Cuidado Integral

La meditación es una bellísima herramienta con la que se trabaja la mente en unión con el cuerpo. A través de su entrenamiento se pasa por diferentes etapas, empiezas por trabajar la concentración en un solo elemento como puede ser la respiración. Algo que siempre te acompaña, pero que pocas veces prestas atenciones a su forma, a su ritmo y menos a su efecto en ti.

Si, sabes que es un acto involuntario y que sin la respiración no podrías vivir, pero en la mayoría de los casos no vamos más allá. Bien pues, es un gran laboratorio de investigación, la respiración varía muchísimo según la actividad física, según la emoción que te invade en cada momento, teniendo un importante efecto en el resto del cuerpo y por su puesto en la mente.

La respiración en sus 4 fases es involuntaria y a su vez es modificable a voluntad, este hecho afecta al sistema nervioso central parasimpático. Si eres capaz de prestar atención a tu respiración y alargar los tiempos, se modifican también las concentraciones de O2 y Co2 y esto provoca también una estimulación del SNC parasimpático relajando y llevando a la larga a un estado parecido al letargo.

Disminuye la frecuencia cardiaca, disminuye la tensión arterial y por ende la actividad de tus músculos, permitiendo así el poder estar periodos más largos de tiempo en quietud.

La práctica del yoga y meditación puede ayudar te a dirigir tu estado mental y emocional. El yoga es una práctica que requiere del que la práctica atención plena, curiosidad, mente de principiante al igual que la práctica mindfulness. Ya que una práctica puede ser siempre la misma, pero tú no eres el mismo cada día ni las circunstancias que te rodean.

Yoga es la unión del cuerpo y su movimiento, con la mente y su concentración, el nexo es la respiración, como una pieza clave en este perfecto engranaje.

El objetivo final del yoga no es otro que preparar el cuerpo y la mente para la meditación. Por tanto, trabajar a conciencia con ambas disciplinas es trabajar para tu propio bien estar físico y mental. Primero ayudas a tu cuerpo a ser más fuerte y flexible, a crear espacios de descontracturar y relajar. Estos gestos ayudan a entrar de una manera más fácil en la meditación, que en los primeros pasos se encuentra en momentos de relax, de calma y de apertura.

Ambas disciplinas yoga y meditación van siempre unidas, una no es sin la otra o así lo entiendo yo.

¿Cómo me ayuda a mí?

Cuanto más practico mejor me conozco, mejor me siento y eso se nota en mi vida profesional y personal. Mi grado de satisfacción, de aceptación hacia mí misma son mayores, es un camino brutal para crecer en todos los aspectos

¿Por qué creo que puede ayudarte a ti?

Considero que el profesional de la salud sea cual sea su especialidad, desde el celador, TCAE, DUE, médico, etc. Tiene un importante desgaste a lo largo de su carrera profesional, que en algunos casos empieza en edades muy jóvenes, sin buena experiencia en gestión emocional. Al principio das el 300%, trabajas en varios sitios para coger experiencia y entras en una dinámica en la que poco importa tu vida personal, social y en la que empiezas a despersonalizarte y dejas de prestarte atención, pues tu obligación para con tu trabajo es mucho más importante, ya que trabajas para ayudar a que otros se curen, estén mejor, más saludables, en definitiva, trabajas para la salud de otros intentado que estos encuentren una situación de equilibrio.

Esta es una entrega maravillosa que lleva años de tu vida, en el mejor de los casos vas frenando con el tiempo y en otros mantienes esta situación durante mucho tiempo. De repente aparece una situación excepcional en el mundo entero, una situación que pone en jaque al planeta entero. Y resulta que es una situación que exige de ti, mucha más entrega, esfuerzo y tiempo.

Esa gestión emocional se ha ido forjando en muchos casos a golpes, a base de enfrentarte a la enfermedad de otros, a su sufrimiento y el de sus familias y a muchas muertes inesperadas. Cómo respuesta a ello, para proteger tu integridad, a modo supervivencia te creas una gran coraza o por el contrario te dejas impregnar por el dolor ajeno, quizá vayas enterrando estas emociones en la trastienda de tu mente. Se quedan ahí como en una olla a presión que poco a poco se va llenando hasta que un día ya no cabe nada más.

Entonces llega una pandemia y todo explota, el caos, el desconcierto, miedo, la muerte sin control empiezan a llenar los días de trabajo y fuera sólo hay un tema del que hablar, porque además resulta que como tú eres el salvador, eres el gran profesional de la salud, todos acuden a ti a preguntarte, a recordarte que no puedes desconectar de eso que ocurre ni un momento.

Y te pregunto ¿En qué momento empiezas a ocuparte de ti mismo?

Es necesario empezar a cambiar ese foco de fuera a dentro, es necesario que empieces a ocuparte de ti mismo/a. Llevas mucho tiempo ocupándote de otros y te has despreocupado de ti. Tantas emociones guardadas de las que no te has ocupado, tantas molestias, contracturas en el cuerpo reflejo del esfuerzo físico, mental y emocional.

Muchos años de desajustes de horarios, de alimentación. Pues bien, ahora más que nunca es el momento de cuidarte, de mimarte y sin la creencia de que sea un acto egoísta. No lo es, ¿cómo puedes atender a alguien enfermo, a su familia dolida si no eres capaz de cuidar de ti mismo?  

Es el momento de que tomes riendas de tu vida, de tu cuidado, que dejas de quejarte de que las instituciones no miran por ti, que no te valoran, que no te cuidan. Empieza a hacerlo tu por ti mismo. Si lo de fuera a hora mismo no está en tu mano, si no puedes hacer más porque esa situación cambie. Quizá sea el momento de ayudarte a ti mismo a poder enfrentarte a la vida de una manera más equilibrada.

Aprende a escucharte, a observarte a aceptar y cuidar con mimo aquello que eres en el plano físico, mental y emocional. Empieza a ser consciente de lo que necesitas, de lo que quieres en tu vida y de aquello que te hace daño. Sólo entonces podrás ver la vida desde un lugar diferente.

No te descuides a ti para cuidar a otros, a la larga todo pasa factura. Es tu momento

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *