Me presento, me llamo Lucía Escribano.

Mi intención y deseo para contigo y toda la comunidad que se está gestando es crear un círculo de personas que decidan de manera voluntaria cuidarse. Estamos pasando uno de los momentos más inciertos en los últimos siglos, ello lleva a cada persona a adentrarse en estados emocionales que se escapan de su control en muchas ocasiones.

A lo largo de este año, ¿en algún momento has sentido cierto ahogo, angustia al pensar en lo que está pasando o lo que va a pasar? Cuando el ser humano se encuentra en situaciones que se escapan a su control, entra en estado de pánico y su mente intenta desesperadamente buscar soluciones, encontrar paz de alguna manera.

Pero ocurre todo lo contrario, ya que cuando nos falta información la mente rellena con ideas preconcebidas, con creaciones mentales sobre lo que podría o no ocurrir en un futuro cercano o lejano. Esto nos lleva a un estado constante de rumiación mental, como dicen en culturas orientales la mente de mono rumiante, un término muy usado en psicología.

Esta manera de funcionar que tiene nuestra mente conlleva un exceso de gasto energético, energía que literalmente tiramos a la basura. También conlleva un estado de sufrimiento precedido por estado de frustración, ya que nuestra mente no consigue encontrar una respuesta a todas esas dudas que la asaltan constantemente.

Yo llevo 17 años trabajando en Cuidados Intensivos, he visto ese pánico, esa manera de funcionar en la mente de muchos pacientes que se despiertan totalmente desorientados tras tiempo sedados, ahora en tiempos de pandemia es mucho más intenso y extendido también a aquellos que recién ingresan en la unidad y en un montón de compañeros profesionales sanitarios.

Por parte de todos los que nos dedicamos a la salud, a trabajar para mantener la salud de los demás. Está siendo un tiempo de muchísima frustración, ya que es una enfermedad que no termina de conocerse y por ello nos falta mucha información sobre cómo tratar, sobre su evolución a largo plazo. Esos huecos vacíos los rellenamos con recuerdos de gran intensidad que todos tenemos grabados a fuego del inicio de todo esto, hace ya un año.

Mi propósito ahora más que nunca es despertar conciencias. A veces hay que salir de la rueda, parar, alejarte un poco y mirar con perspectiva tu vida. ¿Te gusta eso que ves?

En mi caso, me ha ayudado en gran parte a mantener un equilibrio emocional y físico, la práctica Yoga y mi práctica diaria de meditación basada en mindfulness son mis herramientas.

Más de 30 años de estudios en el campo de neurociencia avalan los beneficios de la meditación como método de regulación emocional y en los últimos años se demuestra el beneficio que tiene unir movimientos como manera de preparar el cuerpo y la mente para el estado meditativo.

Esto que yo te ofrezco, es la unión del yoga y mindfulness, es lo que llevo ya años practicando en mi persona y este último año más que nunca he podido comprobar de qué manera me ha ayudado.

Si necesitas un por qué o mejor un para qué, hay muchísimos.

Beneficios del Yoga a grandes rasgos:

A los beneficios de la práctica de yoga unimos la posterior meditación estilo mindfulness que nos ayuda a prestar atención al momento presente.

Puedo seguir hablándote de las bondades de tener una práctica constante de yoga y mindfulness, pero creo que la mejor manera es que puedas vivirlo en tus carnes, así lo siento yo y por ello quiero compartirlo contigo. Tras muchos síes de porque probar esta manera de cuidarte al completo, hay un gran contra. El auto compromiso, eso que siempre postergamos para cuando tenga más tiempo, cuando todo esto pase, cuando salga el sol.

AHORA TE TOCA A TI CUIDARTE, AHORA TOCA DEJARSE CUIDAR

Gracias por estar, por dedicarme un rato y sobre todo por querer trabajar para estar mejor.

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